sábado, 26 de julio de 2014

Un escondite



UN ESCONDITE

Teníamos un escondite en un árbol, donde nos íbamos a jugar, eramos niños y los veranos nos refugiabamos allí. 
Nos bañábamos y tendíamos en la hierba, en un lugar conocido por nosotros dos.

- ¡Ángel! ¿Qué te gusta de mi?
Yo me quedé un poco pillado, pensando que eran tantas cosas que me gustaban de ella, pero...
- Bueno...
- ¡Vámos, no seas tímido...!
Pataleé en el agua, suspiré y me lancé poco a poco a ver si conseguía decirle cuánto me gustaba.

- Me gustan tus ojos, son tan verdes, me veo en ellos mejor que en el espejo.
- Me gusta tu pelo, dorado al sol.
- Tu manera de andar... te conozco desde lejos.
- Tu cara redonda y esa expresión de enfado que a veces pones...
-También tu cuerpo es precioso, tu piel suave, cuando nos bañamos y salimos a la hierba a secarnos.
- Tus pies... tan bien formados, cuando te pones de puntillas a andar, y cuando me das un beso antes de irte y te elevas un poco sobre ellos.
- Tus manos, cuando las veo en movimiento, parecen mariposas que vuelan.
- ¡Me encanta tu sonrisa, tan sonora y contagiosa!
-  Tu ceño cuando te pones triste porque te vas a la ciudad y sabes que tardaremos en vernos. Me gusta porque sé que sientes la separación tanto cómo yo.
- Y tu voz... cuándo subimos al árbol y me lees o me cuentas algo, tu voz es toda melodía, como si me  cantaras dulcemente para mi.
En un impulso Rosa besó en la mejilla a su amigo y éste también le correspondió.
- ¿Seremos amigos siempre, ¿verdad?
Rosa se le quedó mirando, y observó cómo lo había dicho.
- ¡Por supuesto, siempre seremos amigos y de los mejores!

MarinaDuende 
21 - 07 - 2014

EL JARDINERO

Ella escribía en un papel:
¡Te quiero! ¡Gracias a ti, he sobrevivido a aquel accidente de coche de hace seis años, aunque quedé en un sillón de ruedas, tengo que agradecerte poder moverme hoy y andar aunque sea con bastón.
-          Tu constancia.
-          Tus cuidados, sin enfadarte nunca, cuando yo me irritaba y decía que no podía.
-          La capacidad de arreglar cualquier artilugio para que yo pudiera hacer cosas más fácilmente.
-          Tú lógica para darme razones sobre mi vida, que querías verme contigo a que me hubiese ido para siempre.
-          Tú forma de darme ánimo, de leerme cuando a mí no se me entendía aun lo que hablaba y decías: - ¡Lo conseguirás, mientras tanto intenta escribir lo que sientes! Eran garabatos porque tampoco tenía fuerza en mis manos, pero lo decías tan de verdad, que yo me lo creía todo.
-          Tu fuerza para sobrellevar durante seis años ya, ésta contrariedad pues todo nos cambió, pero tú les decías a tus hijas… no os preocupéis,  yo la atenderé.
-          Tu amor, tus besos diarios, lavándome, peinándome, pintándome mis uñas…diciéndome guapa cada día. Haciendo las cosas con agrado sin quejas, no sé cómo has tenido tanta paciencia, mi amor. Hoy puedo moverme y hacer algunas cosas por mi cuenta, no todas pero a principio hasta me dabas de comer, así que para mí pasito a paso he ido con tu ánimos recobrando bastante, pues no esperaba nada.
¡Gracias Enrique! ¡Te quiero!
Se acercaba su marido haciendo una pausa en su labor en el jardín, llegó hasta el porche, se quitó el sombrero y lo dejó caer en un sillón de mimbre vacío. Se acercó, la besó apretándola contra su cuerpo, y vio el papel y dijo:
-          ¡Cariño cada vez escribes mejor que yo! Iré a por un té y mientras leemos lo que has escrito. Ya mismito vengo.
Ella le siguió con la mirada, para ella era el mejor hombre del mundo y el amor de su vida.

DuendeMarino 21_07_2014
Foto - Pintura de Alex Alemany





domingo, 20 de julio de 2014

En la oficina

EN LA OFICINA (Mi otro yo)

Después de unos días de vacaciones por ajustes laborales, Camila desayunaba con su compañera y amiga Doris; la cual no paraba de hablar del nuevo jefe: “que si estaba de pan y moja”, “tiene planta de actor importante”, “una melenita que no veas cómo le cae”, “los trajes le quedaban impecables”… bla, bla, bla…

Camila miró el reloj, tocaba marcharse y le gustaba llegar con antelación, sin prisas.
Doris seguía hablando durante el camino del mismo tema…
-         - Claro cómo tú estás enamorada de Carlos, tu marido, te da igual… pero hija que una no es de piedra, viendo al jefe y cuando llego a casa y veo lo que tengo… en fin, eso es lo que hay…

Nada más llegar, le dijeron que se pasara por el despacho del jefe.
-       -   ¡Vaya! – pensó- para ser joven, muy madrugador, me gusta.
Se revisó en el espejo del ascensor, su traje gris y su blusa de encaje rosa eran de estreno, su pelo recogido, estaba bien. Ya le había dicho su marido esa mañana:
-        -  Pero qué bombón tengo de mujer… y la había besado apasionadamente.

Llamó a la puerta y enseguida la abrió, tras pedir permiso entró.
El nuevo jefe salió tras su mesa a estrechar su mano e invitarla a sentarse.
Le llegó su aroma, tal vez Calvin Klein, su traje, su melena, si… se adivinaba un cuerpo, llevaba razón Doris, el anterior jefe era mayor y paternal, aquel le iba a dar un nuevo aire a la empresa.

Se sorprendió cuando le propuso tenerla cómo secretaria personal, en un despacho adjunto al suyo, decía que por recomendación del anterior jefe. Ella le pareció bien y salió encantada.

Al llegar a su planta, sus compañeras expectantes, sobre todo Doris:
-         - ¿Qué quería el “señor”?
-         - A partir de ahora, soy su secretaria personal.

La compañera abrió la boca y la miró de arriba abajo:
-         - Esto se llama “tener suerte”, qué envidia hija… para qué te voy a decir otra cosa. ¡Te felicito!

Cuando llegó a casa preparó una cena especial, con velas. Espero a Carlos con todo preparado y sexy.
Él se dejó llevar sorprendido.
-       -   ¿Qué celebramos?
-        -  Mi ascenso, soy secretaria personal del nuevo jefe en la empresa.
-      -    ¡Cariño, eso está muy bien, te lo mereces! ¡Enhorabuena!

Brindaron con sus copas y se besaron. Ella con hambre, él halagado se dejó llevar. Camila empezó a desnudarle y él la siguió, palpando sus pechos y notando sus pezones erectos, su desnudez fue rápida y se encontraron en poco tiempo, comiéndose uno al otro.

-        -  ¡Cielo, no conozco éste “otro yo tuyo”, pero me excita tanto que me encanta… ¡ummm… estás provocativa, esa ropa…  ¡
Sí – pensaba Camila- desperté de mi letargo, mi otro yo está aquí y tendré que guiarme por él y hacerle caso, si me quiero controlar ante mi nuevo jefe, ante aquel pedazo de cuerpo tan atractivo y sensual. Tendré que repetir más esto cómo tú querías… no sé porqué me he excitado tanto...
Aquella noche fue apoteósica, porque la cena tuvo que esperar un poco más de la cuenta…

MarinaDuende  
(14_07_2014)
Foto de internet.


viernes, 18 de julio de 2014

Amigos especiales

Amigos especiales

(Lugares imaginarios)

Salgo dispuesta para dar mi paseo matutino, recorro el sendero de piedras planas y césped, una puerta de madera me lleva hacía el exterior.

Al poco rato de andar, mis pies se hunden en la arena tibia y blanda.

El sombrero me protege del sol, llevo una blusa ligera por la cual siento fluir la suave brisa marina.

Voy hacía una cala que conozco, al llegar a la orilla, me despojo del sombrero, sandalias y blusa, me adentro en el agua cálida y transparente. Aspiro el olor a mar.

Me lanzo a nadar suavemente envolviendo mi cuerpo en el agua que está muy agradable y han llegado mis amigos. Gulliver y Plata, dos delfines, ella me invita a tomar su aleta para surcar juntas el agua, me pego a su cuerpo como si fuésemos una sola.

Gulliver, hace piruetas ante nosotras contento, Plata y yo nos sentimos felices y divertidas.

Después del interesante encuentro, nos despedimos, palmeo sus cuerpos, y ellos joviales se van alejando haciendo cabriolas festivas.

Salgo del agua y paseo por la orilla dejando que el sol seque mi piel, después me pongo las sandalias, blusa y sombrero y me dispongo a desandar el camino hacía mi querido refugio.

MarinaDuende 
(07_07_2014)




Buscando

Buscando


Había poca luz y fui a apartar las contraventanas, los rayos del sol entraron dando calor en la buhardilla, la claridad hizo aparecer: muebles, cajas, enseres y objetos, dándole vida a la anterior penumbra.
Hacía tiempo que murió mi madre y me resistía a subir allí, todo estaba en orden, así era mamá y la abuela, todo guardaba su secuencia sistemática, excepto la capa de polvo y alguna telaraña que el transcurrir del tiempo había dejado en todo cuanto había.

Me atrajo el rincón de los juguetes; el balancín que había mecido mi infancia y la de mis hermanas, también la casa de las muñecas, hecha al detalle de manos del abuelo Manuel, que había sido un ebanista admirable; y los dibujos con trazos perfectos, pintados por la abuela Clara, toda una artista en el arte del dibujo, costura y muchas otras cosas.

Busqué con la mirada el baúl de madera de pino, con los dibujos de flores y hojas, digno de estar en un preferente lugar de la casa. Cogí un taburete y me acerqué a él, acariciando su tapa, lo abrí y me llegó un suave olor a lavanda, de las bolsitas que guardábamos entre la ropa. Quité la sabana que cubría el contenido y empecé a examinar las prendas para dar con lo que buscaba, seleccionando algunas que me podían servir, para la fiesta de mi hija.

Al coger un abrigo noté algo dentro de un bolsillo interior, metí la mano y extraje una foto; ¡qué guapa la abuela! también un sobre, el cual tenía un membrete de un bufete de abogados. Lo abrí y me quedé boquiabierta al leer ávidamente la información. 

Iba dirigida a la abuela Clara, se trataba de su abuelo materno, el cual había muerto y a través de un albacea, le explicaba que él, dio en adopción recién nacida a mi abuela, o sea su nieta, por ser la madre (su hija), soltera y ellos de una familia aristócrata.

A la madre le dijo que el bebé había muerto, aunque él siempre veló porque su nieta estuviese perfectamente bien.
Bueno, me quedé boquiabierta, nunca había oído nada de esto, en tantos años. Las preguntas se agolpaban en mi mente, ni mi madre me había dicho nada de esto, ¿lo había sabído ella?, ¿desde cuándo?
Un montón de preguntas sin respuesta acudían a mi mente...

El sonido del móvil, me volvió a la realidad. 

MarinaDuende 
(18_05_2014) 


DOBLE VIDA  

Llevaba días observando aquella floristería y decidió entrar como un posible cliente. Se quedó mirando unas flores que le gustaban de verdad. Enseguida se acercó la dueña, a preguntarle si le podía ayudar en algo. Él le dijo que le gustaban unas violetas que había visto, que eran las favoritas de su madre, ella le dijo que sí, que eran preciosas y tenían un agradable aroma, muy apreciado para los perfumes, además le dijo que se las conocían cómo símbolo de la modestia, sus flores pequeñas se escondían tímidamente entre sus grandes hojas acorazonadas.

Le pareció muy interesante la información. Mientras preguntaba por otras, ella le dijo que se llamaba Gisela y que había llegado casi a punto de cerrar, su marido estaría al llegar. Se decidió a llevarse una maceta, él dijo, que para su madre.

Hablaron un rato sobre la tranquilidad del pueblo y algunas cosas más, luego se abrió la puerta y entró un hombre que después de decir un hola, se acercó a besar a la chica y se metió en la trastienda. Él pagó las flores dio las gracias por atenderle y se despidió.

***

Carla, miraba las fotos, aunque captadas con el zoom, veía perfectamente la cara de Alberto y de la chica, después miró a Simón sin saber qué decir, sus ojos se detuvieron en las violetas y no podía creer que su marido llevara viviendo una doble vida hacía años, que sus múltiples viajes de negocios eran una excusa bien planeada.

Ella se lo había pensado tanto, hacía tiempo que no quería creer aquello, porque amaba a Alberto y tenían una relación estupenda y dos hijos maravillosos, no entendía… ¿cómo era posible aquello?
Preguntó si tenía hijos con ella, Simón le dijo que no, ella le dijo que su marido no quería por ahora tener niños, aunque a Gisela le hacía ilusión.
Pagó sus honorarios al detective y se despidieron.

***

Llegó a casa y soltó las violetas sobre la mesa,  y miró la foto de la familia feliz que adornaba el salón, en ese momento no sabía qué hacer, ni se explicaba todo aquello. Una amiga le había dicho que había visto, desde lejos, a Alberto entrando al cine con una chica pelirroja muy guapa, después la amiga dudaba de sus palabras o tal vez estaba tan segura de ello que no quiso hacerle daño.

Ella desde entonces no dormía pensando en las continuas ausencias de él. ¿Podía amar a las dos? Por qué para llevar años con esa doble identidad, tenía que quererla, era demencial que fuese tan complaciente en regalos, sexo, cómo padre, cómo compañero, en ningún momento había dudado que la quería y luego… aquello.


Cogió la foto familiar, se sentó sobre el sofá y se quitó los zapatos, sintió la alfombra bajo sus pies,  examinó las caras de todos sus hijos guapos, Alberto mirándola a ella cómo adorándola, envidiado como pareja, abrazó el portafotos y sus lágrimas empezaron a caer amargas de sus ojos; por fin podía llorar.

DuendeMarino 14_07_2014 

Foto internet.

lunes, 23 de junio de 2014

Persiguiendo pompas.

Persiguiendo pompas...

Persiguiendo pompas de jabón, corretea alegremente, intentando alcanzarlas con sus manitas y luego aplastándo la que consigue atrapar, incansable mira hacía arriba y corre trás ellas, su respiración se vuelve agitada, sus gestos divertidos, y su sonrisa de sorpresa, cuando al tocarlas con su dedito explotan.

Se apresura a coger los bolos de plástico, los trae uno a uno, yo le digo: "¡éste es de color rojo, y él repite: "ojo", vuelve con otro azul y repite cómo puede la palabra, los va colocando uno al lado del otro y cuando alguno se vuelca, dice: "¡oi!

A mí me resulta muy divertido, ver su ir y venir, observarle, cuando los coloca todos, les tira la pelota y cuando los trepa, grita: ¡Olé!
Mira dentro del parque, el cual está lleno de juguetes y quiere sacar uno a uno, para demostrar sus tesoros, todo cuánto guarda allí, con una ilusión sus ojos me buscan y me dice: "¡mia lela!

Yo sonrío, le beso varias veces y le digo lo guapo que es, y él se deja llevar por besos y caricias sin quejarse, y entre mis besos, me suelta de vez en cuando alguno en mi mejillas, los dos somos felices.

Al igual que su padre cuando era cómo él, pequeño, generoso, simpático, cariñoso... y me recuerda tantos momentos vividos, ahora son iguales que hace años.

MarinaDuende ©️
22_06_2014


lunes, 9 de junio de 2014

Desde el tejado…


Cuando vi llegar y aletear a aquel pájaro, me plegué y aguanté la respiración, mi corazón latía con un ritmo vertiginoso, esos ojos amarillos y aquel pico, esperaba que no me viera.

Merodeó por la jaula y con maestría logró sacar a uno de los canarios que había dentro, el otro compañero aleteaba y no sabía dónde esconderse… ¡pobre!

Allí mismo fue devorando el primer canario que cogió y más tarde hizo lo mismo con el que había en la jaula, encogida vi que no era el momento de salir hasta que el ave se marchara, los minutos se me hicieron eternos. El gavilán miró alrededor y después salió volando dejando allí la jaula desordenada y las plumas esparcidas por el suelo.

¡Así se debía sentir algún que otro ratóncito, pensé...!

¡De buena me he librado! no me fiaré más de andar tan suelta por el tejado, hasta ahora creía que era libre de ir de acá para allá sin tomar medida alguna.

Estoy acostumbrada a mirar desde abajo hacia arriba y viceversa, todo tiene sus ventajas e inconvenientes, cómo soy menuda tengo mi escondite en el tejado, un sitio donde nadie me puede ver, y en el que yo sí que veo.

Lo peor es que la vecina que le habían desaparecido los canarios, llegó a mi dueña y le dijo lo que había encontrado, lloraba desconsolada y preguntaba por mí.

Mi dueña negaba rotundamente de que yo hubiese cometido tal desaguisado.

¡Ay, y yo sin poder hablar!
 Foto Internet


MarinaDuende
09 – 06 - 2014


jueves, 29 de mayo de 2014

Besar, ese placer...

BESAR... ese placer.
(Instrucciones para dar un beso)

1º Si hay deseo por besar a “ese alguien”, no se necesita demasiada preparación previa.

2º Si te atrae cómo a un imán; déjate llevar.

3º Si tu corazón repica cómo una campanita, al dar tú latido, queda poco para el comienzo.

4º Si el aroma de su cuerpo, te embriaga, y él o ella, te sonríe; no tienes nada que temer.

5º ¡Atrévete, tal vez sea mejor de lo que esperas!

El beso con embeleso, intercambiando sentimientos, muestra tantos sabores, al mismo tiempo. 
Derriba muros que a veces hemos construido por no hablar, por no preguntar. 
Es algo tan intenso y el preludio siempre de algo que sucederá. 
A quienes no lo hayan probado, es difícil de definir, pues hay que catarlo en la fuente misma del deseo y el amor. 
En la boca, cara, nuca, sien, y cualquier otro retazo del cuerpo, si es robado... sabe distinto. 

Y si cambias de persona es diferente, porque es un gran placer “comerse un niño a besos”, darle un beso a un padre, madre, amiga… todo es empezar.

¡Atrévete!
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 MarinaDuende ©️

27_05_2014

martes, 27 de mayo de 2014

A mí nieto Daniel

A mi nieto

Llenas mi espacio, eres mi alegría, un rayo de luz entre mis sombras.
Cuando te posas en mí; me llenas de dulzura y felicidad y yo… 
¡te como a besos!

Eres cómo un sedimento dónde se concentra penas, alegrías pasadas y presentes y todas fluyen a través 
de ti y se filtra un arco iris brillante y cristalino.

Tu risa me transmite un mundo de emociones y sentimientos de la niñez con buenas vibraciones.

Me recreo mirándote cuando duermes; tranquilo plácido, velo tu sueño y no haces ni un mal gesto.

Me recuerdas otros rostros casi iguales a ti, que me hicieron al igual que tú… inmensamente feliz.










MarinaDuende ©️ 

Enero_2014

miércoles, 21 de mayo de 2014

Sin nombre.

Sin nombre
MarinaDuende ©️ 01_01_2014

Recuerdo que dormía plácidamente junto a mis hermanos y mi madre, no sé cómo llegué a un lugar oscuro, después me dejaron caer en un sitio frío y extraño.

Vagué durante horas y pasé la noche tiritando de frío y con hambre. Se hizo de día y de pronto un chico reparó en mí, se acercó y me dejé coger. Dijo “a ver ¿qué hago contigo, preciosa?”, me guardó dentro de su pecho y allí al calor me quedé dormida. No sé cuánto tiempo pasó, cuando me sacó fuera de él, me sorprendí al ver las caras alrededor mirándome.

Una mujer le gritaba al chico:
-          ¡Ni hablar, ni lo pienses, José. Ahora mismo te lo llevas y lo sueltas de nuevo en el campo, no me falta más que esto.
-          El chico decía: “¡Pero, chacha, si es preciosa y está coja, ¿no te da lástima? Si la dejamos se puede morir. ¡Anda ponle un poco de leche que está hambrienta, seguro que se portará bien y no verás un ratón en tu casa.

-          ¡Qué no te digo, ya hay veces que tengo que deshacerme de  crías de conejos, pero nos dan de comer, pero ¡un gato!, ni loca…
Una niña me trajo leche, la cual me supo a gloria y después de tiras y aflojas, la mujer se resistía a que me quedase en casa, las niñas me acogieron con tanto cariño, que ella cedió y me fui haciendo un hueco en aquella familia.

Crecí y me puse linda, con mis ojos verdes, rubia, negra y la parte de la panza blanca, cuando salía los gatos me dejaban preñada, pero no sé qué ocurría con mis crías que desaparecían nada más parirlos. Me llaman todos “la gata” y ratones no había conmigo allí.

Sí era muy feliz en aquella casa, mi ama me ponía en el sitio más calentito de una cuadra que tenía más pequeña, y no me faltaba de comer, estaba muy lustroso mi pelo y mi cuerpo. Merodeaba en la casa de al lado, porque la vecina se dejaba la ventana abierta y el pescado allí a mi alcance, pues me pegaba unas comilonas. Luego discutían entre ellas, la vecina que me iba a envenenar un día, y mi ama le decía que no se dejase la ventana abierta.

A veces me metía bajo la mesa camilla y eran tantos pies, que la cola alguna vez se metió en el brasero y salía pitando a apagármela yo sola. Y alguna noche me quedaba dentro de la casa y amanecía encima de la cama de las niñas, tan calentita y mimada.

Hoy he comido pescado otra vez casa de la vecina, pero me siento mal, no paro de vomitar y me ha costado llegar hasta mi lugar, estoy muy cansada.

¡A ver si se me pasa!




lunes, 19 de mayo de 2014

Un largo baño de espuma

“ Relajación”
(Un largo baño de espuma…)


Se despidió y cortó la comunicación. Que cansada estaba, los niños minaban su energía, sí que el trabajo le llenaba y lo hacía con agrado, necesitaba relajarse.

Un largo baño de espuma es lo que necesitaba, música suave, ambiente especial y se puso manos a la obra. Se desnudó y se miró al espejo, todos les decían que tenía un cuerpo de modelo, curvas de infarto, los compañeros e incluso algunas amigas habían coqueteado con ella… bueno ella disfrutaba de su sexualidad, cómo algo natural que era.

Le hacía ilusión estrenar la bañera, con hidromasaje y yacusi, se sumergió poco a poco, sentía el calor del agua en su piel, se colocó cómodamente y la música sonaba suave y agradable. Sintió el relax, cerró los ojos y se dejó llevar por el momento.

El agua empezó a burbujear y sentía en su espalda el masaje, en sus pies…

Oh, aquello era la gloria, no oyó ruido alguno, pero sí que notó cómo la acariciaban unas manos recorriendo cada milímetro de su piel, ella se dejó llevar decidida a tomar todo el placer posible, quería que aquello durara lo necesario para disfrutar al máximo.

Sintió los dedos entre sus muslos, abriéndose paso a su punto de disfrute, y se dejó llevar hasta marearse de goce, la boca le succionaba sus pezones...se dejaba llevar en un oleaje de satisfacción.
No quería abrir los ojos, porque igual estaba soñando y se resistía a despertarse en aquellos momentos, estaba centrada totalmente en la espuma, que subía y bajaba con movimientos suaves en su cuerpo, el agua tenía su temperatura justa.

Sintió cómo le succionaban los dedos del pie y más tarde la boca fue subiendo más arriba buscando el botón de su delicia,  lamiéndole hasta el deleite, y se perdió en aquel baño de éxtasis.
MarinaDuende ©️ 

(19_05_2014)
Foto Internet





domingo, 30 de marzo de 2014

Receta para una vida feliz

RECETA PARA UNA VIDA FELIZ
Jorge Bucay

De un año cualquiera tienes que tomar unos meses enteros, limpiarlos de amargura, de rumores, de odios, de celos, hasta dejarlos tan limpios, tan limpios, cómo te sea posible.

Corta cada mes en treinta o treinta y una parte o trocitos.
No intentes cocinar toda la hornada del año junta, prepara sólo una porción a la vez.

Mezcla cada día, una parte de coraje, una porción de trabajo, una de constancia y otra de paciencia.

Agrega partes iguales de esperanza, solidaridad, de bondad, eso de ser buena gente y fidelidad.
Aromatiza con una parte de oración, de meditación y alguna que otra buena acción.

Sazona la mezcla con bastante buen humor, con un chorrito de inconsciencia y con un toquecillo de locura.
Lo viertes todo en un gran recipiente, untado de amor y lo cocinas con entusiasmo.

Lo puedes decorar con algunas sonrisas y desde luego, servirlo con calma, generosidad y mucha alegría.

¡A disfrutarlo y a vivir!


Foto internet

sábado, 29 de marzo de 2014

Con las manos en el corazón



Con las manos y el corazón


Allí estaba, en el suelo, desmadejada, rota vuelta hacia abajo. La cogió y miró lo que había sano y lo que tendría que arreglar, recogió todos los pedazos que encontró y los metió en una bolsa que llevaba en el bolsillo para las emergencias.

Ya en casa examinó los brazos desencajados, encajaron a la perfección, las piernas arañadas y con alguna grieta, los pies incompletos, ya tenía masa dispuesta para modelar lo que faltaba, la cabeza un poco aplastada por detrás y el cabello revuelto, aunque una vez lavado y peinado quedaría bien. En un rato le hizo el lavado y peinó el pelo y la dejó para que mientras se secaba, prepararía otras cosas.

Sus manos marchitas aunque hábiles seleccionaron retazos de tela, tiras bordadas, abalorios… lo primero modelar la parte de los pies que faltaba, los pegó sin problemas y continuó ya con los restos de tela, midiendo, cortando y cosiendo el diseño que le haría, iba a vestirla de Pastira, a otras la adornaba de princesas, de flamencas, de indias, moras… según ella veía.

Era un trabajo concienzudo, pero a ella le hacía feliz, lo peor es que su vista no era la de antes, aunque todavía podía ponerles cara de felicidad a unas cuántas.

Al fin y al cabo ella había sido durante muchos años lo mismo que ellas: una muñeca rota.

MarinaDuende ©️


Foto internet

jueves, 27 de marzo de 2014

La tonta


"LA TONTA"

Hoy me han caído, toallas de todo tipo de prendas de vestir, estoy cansada de tantas


vueltas y  sobre todo puf, los centrifugados, ya tiene una sus añitos y cualquier día


me fragmento.


¡Esos traqueteos, la verdad que no me viene nada bien. Las prendas grandes es lo peor,


Porqué me jalean demasiado... ¡cuánto trote!


¿Os cuento un secreto?


Me gusta la ropa de bebé y los peluches, ¡son tan tiernos y suaves!


Ser útil me hace bien, aunque cuando un día me dejan libre, ¡ay, suspiro de alivio!


Y lo mejor cuando dice mi dueña con su mano encima:


¿Qué sería de ella sin mí?

MarinaDuende ©️


jueves, 13 de marzo de 2014

La formidable fabrica de miel

La formidable fábrica de miel_ Un árbol

Amigos míos os voy a contar una historia real que creo que os puede gustar. Soy un árbol y mi nombre es “Arce”, hay unas 160 especies reconocidas: rojos, blancos, plateados. Dónde más abundamos es en la zona de Norte América que se conoce cómo “el cinturón de maple” y también en Canadá, si conocéis la bandera veréis en ella nuestra hoja. También nos puedes encontrar en parques, paseos, jardines… busca y nos verás.

Los Acadios de Nueva Escocia fueron los primeros que aprendieron el proceso de Maple (arce). No es un producto cultivado ni fertilizado y la mano del hombre no interfiere.
Seguro que conocéis la miel de abeja, pero no la que producimos los arces, si contenemos una miel muy interesante. La temperatura es fundamental para que la savia revele su dulzura, el sabor varía según el árbol, color, temperatura o situación.

Se hace un hoyo que atraviese la parte exterior del tronco y sale la savia hacia afuera para ser recolectada, después se hierve para que pierda el agua. La miel es versátil y una miel pura, orgánica, saludable tanto para el cuerpo cómo para el espíritu.

En las dos guerras mundiales que ha habido, éste producto fue el endulzante de muchos hogares, ya que no había azúcar de caña.

Se puede usar en Crepes, gofres, en jarabe, para hornear cualquier dulce y se suele comercializar en bloques, caramelos o liquida.

¡Ah, también nuestra madera es buena para hacer muebles y suelos de interior estupendos!
Espero que os haya gustado mi relato y ya sabéis que hay otro tipo de miel pura que tiene bastantes aplicaciones y que cuando veáis un arce, sepáis algo sobre nosotros.

MarinaDuende



Aquella noche

Aquella noche

Tras cerrarse la puerta, sintió frío e impotencia…
Aún con lágrimas en los ojos, respiró profundamente. Se ajustó el mantón negro y se cubrió la cabeza, apretó a su bebé contra su cuerpo e inició el camino, tenía que llegar cuanto antes a la casa de socorro, para curar a su niña y se apresuró, pues eran cuatro kilómetros lo que tenía que recorrer desde el cortijo hasta el pueblo, y no podía pensarlo más, pronto se haría de noche.

La niña había caído de una mecedora dónde ella la ponía, mientras hacía sus tareas en el hogar, aunque no le quitaba ojo, a otros dos niños mayores que tenía, no sabía cómo el bebé se había caído y lloraba desconsoladamente, cuando la cogió vio que tenía una pequeña brecha en la ceja izquierda, por dónde manaba sangre, ella le puso un pañuelo e intentó calmarla.

Cuando el marido entró y presenció la escena, empezó a insultarla a tratarla de inútil, que era lo más suave que le podía decir y le ordenó de mala manera que llevara a la niña a curar cuanto antes, sin parar de gritarle, apenas le dio tiempo de coger el mantón para protegerse, él  la empujó a la calle y cerró la puerta sin contemplaciones.

La niña había dejado de llorar durante el camino, y no se atrevía a tocarle la herida pues, se había dormido, cuando llegara al pueblo y la curaran, le daría el pecho.

Sentía miedo porque el camino era largo, ella era fuerte y podría llegar antes de que no se viera nada, se conocía el camino como la palma de su mano ya que siempre subía y bajaba andando y cargada cómo una burra, así que la niña pesaba poco para ella.

Después de todo y aunque era una noche ventosa, consiguió llegar a su destino.

MarinaDuende ©️
(Febrero_2014)


Siento



Siento 

Huyo, sé bien de qué
Pero… ¿a dónde ir?
¿A quién acudir?

Mi pecho siente angustia
mis brazos notan el rechazo
o la falta de caricias,
una palabra cariñosa
de ánimo, un apoyo.

Mis sueños mueren
sin una esperanza,
sin un ¡te quiero!
Nada puede ser posible,
todos mis anhelos,
inacabables, muertos.

Mis lágrimas incontables
las palabras mudas,
casi sin pronunciar.
Mi niñez perdida,
triste mi juventud.

MarinaDuende ©️