Buscando
Había poca luz y
fui a apartar las contraventanas, los rayos del sol entraron dando calor en la
buhardilla, la claridad hizo aparecer: muebles, cajas, enseres y objetos,
dándole vida a la anterior penumbra.
Hacía tiempo que
murió mi madre y me resistía a subir allí, todo estaba en orden, así era mamá y
la abuela, todo guardaba su secuencia sistemática, excepto la capa de polvo y
alguna telaraña que el transcurrir del tiempo había dejado en todo cuanto
había.
Me atrajo el rincón
de los juguetes; el balancín que había mecido mi infancia y la de mis hermanas,
también la casa de las muñecas hecha al detalle de manos del abuelo Manuel, que
había sido un ebanista admirable; y los dibujos con trazos perfectos, pintados
por la abuela Clara, toda una artista en el arte del dibujo, costura y muchas
otras cosas.
Busqué con la
mirada el baúl de madera de pino, con los dibujos de flores y hojas, digno de
estar en un preferente lugar de la casa. Cogí un taburete y me acerqué a él,
acariciando su tapa, lo abrí y me llegó un suave olor a lavanda, de las
bolsitas que guardábamos entre la ropa. Quité la sabana que cubría el contenido
y empecé a examinar las prendas para dar con lo que buscaba, seleccionando
algunas que me podían servir, para la fiesta de mi hija.
Al coger un abrigo noté algo dentro de
un bolsillo interior, metí la mano y extraje una foto; ¡qué guapa la abuela! también un sobre, el cual tenía un
membrete de un bufete de abogados. Lo abrí y me quedé boquiabierta al leer
ávidamente la información.
Iba dirigida a la
abuela Clara, se trataba de su abuelo materno, el cual había muerto y a través
de un albacea, le explicaba que él, dio en adopción recién nacida a mi abuela,
o sea su nieta, por ser la madre (su hija), soltera y ellos de una familia
aristócrata.
A la madre le dijo
que el bebé había muerto, aunque él siempre veló porque su nieta estuviese
perfectamente bien.
Bueno, me quedé
boquiabierta, nunca había oído nada de esto, en tantos años. Las preguntas se
agolpaban en mi mente, ni mi madre me había dicho nada de esto, ¿lo había sabído ella?, ¿desde cuándo?
Un montón de preguntas sin respuesta acudían a mi mente...
El sonido del móvil, me volvió a la
realidad.
(18_05_2014 – DuendeMarino)
Todas las familias guardan secretos, en esta al final se desveló. Bonita historia.
ResponderEliminarBesos.