Soñar despierta
Sí, con los ojos cerrados, no dormida, consciente de que tus más profundos deseos se hacen realidad.
Subir los peldaños de esa escalera gloriosa, resplandeciente, que te lleva cada vez a un lugar insólito, pero que ya he estado antes ante esa puerta, que no es común a ninguna que haya visto nunca.
Esta vez estoy en un patio, tras ser recibida por mi Maestro espiritual.
El patio es luminoso, se abre a mís ojos, lleno de plantas, donde el agua fluye, y ese susurro se convierte en una dulce melodía.
Entro en el salón y alguien me espera, le conozco de libros e imágenes. Me invita a sentarme frente a él. Quedó gratamente sorprendida al mirar sus ojos claros y su cabello blanco. Toma mi mano y transmite una fuerza lumínica que entra en mí como un fluido que envuelve mi mente y mi cuerpo.
Es fácil de narrar, pero difícil de describir la emoción y el sentimiento.
Hablamos de temas interesantes, los cuales mi mente no recuerda al regreso, me produce bienestar que perdura y se que mi alma se queda con toda la información de este encuentro.
Nos despedimos, vuelvo a salir al patio, me despido de mi Maestro espiritual y bajo la escalera. Regreso en mi.
MarinaDuende ©️

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