lunes, 1 de diciembre de 2014

 Escribir es vivir,  del Maestro José Luis Sampedro es la narración de una vida marcada por las letras. Es un libro nacido de un curso magistral impartido en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander desde el 21 al 25 de Julio de 2003. El texto es la transcripción más o menos literal de aquella clase en la que Olga  Lucas  toma su palabra y nos muestra lo que aconteció durante aquellos días. 

Es una delicia su lectura llegando a hacerte participe del ambiente que se respiró durante esas jornadas y de las anécdotas de vida que el Profesor desnudó frente al auditorio. A lo largo de sus páginas uno descubre la vida de un escritor que lo fue a costa de todo, pero nunca a costa de nadie. La narración comienza con anécdotas de juventud, mostrando la manera en la que él va convirtiéndose en quién es y como va transformándose y/o confirmándose  a lo largo de las décadas a través de su pasión por la palabra. Con  la temática de fondo del curso como hilo narrativo Sampedro muestra su vida. A lo largo de 283 páginas uno descubre una vitalidad fascinante (a pesar de su estado de salud en ese momento), pero ante todo a una persona que ha disfrutado de la Vida a pesar de todo lo que esta interpone en el camino. Un escritor hecho a base de convicción y trabajo. 

Es difícil realizar una reseña de este libro por lo que sólo puedo transmitir la emoción sentida a lo largo de muchas de sus páginas. No puedo imaginarme, aunque se intente plasmar en ellas, como fue el ambiente que reinó durante esos cinco días entre los asistentes a dicho curso. Respecto a ello sólo puedo decir que ojala tuviera una máquina del tiempo y pudiera disfrutar de aquel momento en persona. Obviamente en la narración de la que ha sido su vida se intercala su pensamiento sobre economía, política y demás temas que como el deja entrever pertenecen a todos y de los cuales nadie puede mantenerse al margen. La neutralidad frente a la realidad  implica la toma de una postura frente a la misma y por lo tanto automáticamente se deja de ser neutral. 

Más allá de las anécdotas de Vida y sus posturas frente a ella se descubre a alguien que ante todo fue escritor a pesar de las circunstancias y que finalmente logró ser reconocido como tal frente a las mismas; lo cual agradece, aunque admite que hubiera seguido siendo ese amante activo de la palabra escrita en cualquier caso.

Un libro recomendable para disfrutar de una persona digna de admirar por su honestidad, sinceridad e inteligencia. Si escribes descubrirás sensaciones semejantes a las que sientes al leerlo, si lees descubrirás emociones y recuerdos que darían para más de un libro como bien descubrirás. Y en cualquiera de los dos casos descubrirás a José Luis Sampedro y esto último; tal y como me ha confirmado este libro, para mí, hubiera sido todo un honor. 


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