viernes, 19 de abril de 2013

El campesino de Amalia Peña Ansino Foto Internet


EL CAMPESINO



ME LEVANTO TEMPRANITO
ME GUSTA LA MADRUGADA,
ME VOY A DAR UN PASEO
RECIÉN SALÍA DE LA CAMA.
HOY ME ENCUENTRO A UN CAMPESINO
LLEVANDO AL HOMBRO LA AZADA
Y LE PREGUNTO, ¿DÓNDE VAS,
TAN DE MAÑANA.
VOY A LA HUERTA A COGER
EL PEPINO Y LA ENSALADA,
PARA TRAERLE A MIS NIÑOS
QUE NO LES FALTE DE NADA.
ELLOS VAN PARA EL COLEGIO,
EN CASA QUEDA MI DAMA
ESTÁ CUIDANDO A MI MADRE
QUE ESTÁ MALITA EN LA CAMA.
CUANDO COJA LOS HORTALES
VOLVERÉ PARA MI CASA,
TENGO QUE IR AL TRABAJO
A LAS NUEVE LA MAÑANA.
CUANDO VUELVO DEL PASEO
VENGO UN POQUITO CANSADA
PUES YA TENGO MUCHOS AÑOS,
POR ESO ESTOY JUBILADA.
ME SIENTO, PIENSO EN EL HOMBRE
QUE ME ENCONTRÉ ESTA MAÑANA
Y DIGO:¡PERO SEÑOR,
SI ESA ES MI VIDA PASADA!
SI MI MARIDO SE IBA
A LAS SEIS DE LA MAÑANA,
LOS TRES NIÑOS AL COLEGIO,
Y DE MI MADRE CUIDABA!
SIEMPRE FUIMOS CAMPRESINOS
LEVANTÁNDONOS AL ALBA,
POBRES, PERO MUY HONRADOS,
Y GENTE MUY SOLIDARIA.
PERO ESTÁ “RECOMPENSAO”
TODO AQUEL QUE ES CAMPESINO,
PUES CUANDO LLEGA A LA HUERTA
SE COME EL MEJOR PEPINO.
EL TOMATE, EL MÁS FRESQUITO,
LA CEBOLLETA MÁS TIERNA
Y NO DIGAMOS LOS HIGOS
QUE SE SALEN DE LA CESTA.
UNA LECHUGUITA FRESCA,
TOMATE RECIÉN COGIDO,
UN POTAJE DE HABICHUELAS
CON SU VASITO DE VINO.
ES LA MEJOR MEDICINA,
ES LO MEJOR QUE HA EXISTIDO,
SI TE LO COMES CON GUSTO
RODEADO DE TUS HIJOS.
ESTA ES LA SATISFACCIÓN
QUE SIEMPRE NOS HA QUEDADO,
POR DESGRACIA EL CAMPESINO
NUNCA ESTUVO BIEN MIRADO.


El espejo me refleja Autor: Gabriel Celaya







Foto de Internet






El espejo me refleja

El espejo me refleja, me vuelve hacia mí mismo.                            
Lentamente me hundo en mis pálidos abismos.                               
Me veo reflejado, ya, desde muy lejos,                                    
Perdido en esa blanca catedral del silencio                                
Donde la luna es la virgen desnuda y muerta que yo adoro.                  
La noche tiende sus trampas invisibles:                                    
El que se asoma a un espejo está cogido,                                  
Le sorprenden los misterios imprevistos,                                  
Se pierde en un laberinto de cristales y espejos giratorios.              
En el fondo del silencio la muerte es un río lento;                        
Yo lo miro pasar de la luna al azogue;                                    
Mientras alguien apoya sus dedos helados sobre las yemas de mis dedos      
No sé qué me mueve a sonreír tristemente.                                  
Alguien me lleva de la mano por el borde de los precipicios;              
Un amor, un delirio, el vértigo me llama;                                  
El espanto es el más dulce de los escalofríos                              
Cuando crece súbitamente como un árbol en el fondo de la carne.            
Me miro fijamente en el espejo:                                            
La noche me ha cogido en sus trampas sutiles.                              
Me siento cada vez más hondo:                                              
La muerte se inclina sobre mí para besarme.                                
Me dan miedo esos ojos, mis dos ojos sin nubes                            
Que desde el espejo me miran implacables                                  
Mientras baten espadas de luz                                              
En sus aguas heladas y azules


Gabriel Celaya





Y el corazón escucha…
(José María Zandueta)



Poco a poco me estoy enamorando
Como un milagro más que yo entiendo
Poco a poco, sin ruidos, sin estruendo
La palabra de Dios me va calando.

Su palabra y su Amor, los dos sumando
Ambos a dos, van lentamente siendo
Como la gota de agua que, cayendo
Los peñascos más duros va horadando.

Y así se filtra y me penetra dentro
La voz de Dios, con lentitud divina
Como amoroso y paternal recado.

El alma enajenada va a su encuentro,
Su palabra es celeste medicina
Y el corazón escucha enamorado.

Uno crece....



Imposible atravesar la vida, sin que un trabajo salga mal hecho, sin que una amistad cause decepción, sin padecer algún quebranto de salud, sin que un amor nos abandone, sin que nadie de la familia fallezca, sin equivocarse en algún negocio.

Ese es el costo de la vida...


Sin embargo lo importante, no es lo que suceda, sino cómo se reacciona, si te pones a coleccionar heridas eternamente sangrantes, vivirás cómo un pájaro herido, incapaz de volver a volar.


Uno crece... cuando no hay vacío de esperanza, ni debilitamiento de voluntad, ni pérdida de fe.

Uno crece... cuando acepta la realidad y tiene aplomo de vivirla.

Cuando acepta su destino, pero tiene la voluntad de trabajar para cambiarlo. Uno crece... asimilando lo que deja por detrás, construyendo lo que tiene por delante y proyectando lo que puede ser el porvenir.


Crece... cuando supera, se valora y sabe dar frutos. Uno crece... cuando abre camino dejando huellas, asimila experiencias y... siembra raíces.


Uno crece... cuando se impone metas, sin importarle comentarios negativos, ni prejuicios. Cuando da ejemplos sin importarle burlas, ni desdenes, cuando cumple con su labor.


Uno crece... cuando se es fuerte por carácter sostenido, por formación, sensible por temperamento y... humano por nacimiento.


Uno crece... cuando se enfrenta al invierno, perdiendo las hojas, recoge flores aunque tengan espinas y marca camino, aunque se levante el polvo.


Uno crece... cuando es capaz de afianzarse con residuos de ilusiones, capaz de perfumarse con residuos de flores... ¡¡y de encenderse con residuos de amor!!


Uno crece... ayudando a sus semejantes, conociéndose a sí mismo y dándole a la vida más de lo que recibe.

Uno crece... cuando se planta para no retroceder, cuando se defiende cómo águila para no dejar de volar, cuando se clava cómo ancla y se ilumina cómo estrella... entonces, entonces... es cuando uno crece.