miércoles, 17 de septiembre de 2014

"Una forma de resistencia" de Luís García Montero.
Dice el autor: El libro es un ensayo sobre nuestra pertenencia a las cosas que nos rodean , así como también las cosas nos pertenecen , que no es lo mismo. El estilo empleado es de una ironía deliciosa, humor, humanidad y cultura mezclados con nostalgia y mansedumbre. Todo ésto para explorar el significado de " las cosas" que constituyen la felicidad, la vida y la historia de Luis García Montero. Porque las cosas hablan por nosotros, todas y cada una de ellas: la butaca donde nos sentamos a leer, la copa en que nos tomamos el vino, el souvenir que traemos de un viaje, etc. Un libro que deberían leer los frívolos para descubrir que las cosas hablan más de ellos, las cosas del entorno los delatan. Es un libro precioso, para tenerlo a mano y solazarse en su prosa poética, en la poesía que esconden las cosas más baladíes.
Sobre el amor García Montero dice con acierto que tiene mala fama entre los inquisidores y los tribunales literarios, se le condena al calabozo de la decencia, o al folletín y a la cursilería, porque el enamorado, alguien con capacidad de mirar atentamente al otro, es menos dócil. Los enamorados ponen mucha atención cuando se besan, y los que viven con mucha atención, con mucho amor por la vida, suelen llenar sus habitaciones de cosas.
Sobre los trenes :...pocas cosas producen más placer que encontrarse en la lentitud del tren. Los paisajes y los libros consiguen por las buenas darnos esa lección que con frecuencia imponen las desgracias: nos hacen comprender las cosas importantes de la vida, lo que merece amor, la medida más legítima del tiempo. Observo la bruma del otoño tardío sobre los campos, vivo la ilusión y la muerte en el argumento de un libro, y reconozco la lealtad decisiva de lo que permanece, de lo que siempre está ahí, bajo la prisa de las agendas atormentadas y la espuma rabiosa de los teléfonos móviles.
Mi opinión personal sobre el libro.
Hay muchos objetos que nos pertenecen a lo largo de nuestra vida y que conservamos, y nos resistimos a tirar... incluso aunque perdamos de vista, lo recordamos, tanto ropa, objetos, fotos... igual que muchas cosas que entran dentro de nuestra memoria y soportamos durante el resto de nuestra existencia o nos vienen cómo un flash de pronto al cabo de mucho tiempo.
Él es muy detallista en cada objeto, y lo valora y aprecia. Me ha parecido estupendo "las gafas", porque creo que todo aquel que las usa, anda siempre buscándolas, aunque las llevemos colgadas... una dependencia que es necesaria, porqué sino no vemos, los boligrafos y alguna cosa más.
Se lee muy bien, es ameno, no tienes que pensar demasiado y distrae.
Aunque espero leer algo mejor y de más calidad de éste autor.
A ver ¿qué os parece a los que lo leaís?

DuendeMarino
17_09_2014




1 comentario:

  1. Entre los dos habéis informado estupendamente. Eso de que las cosas hablan de uno, es cierto. Y más si son de tu casa, tus adornos, tus trabajos, tus escritos... He pensado en lo del tren. Lo veo recorriendo espacios más o menos largos, con un futuro gratificante, relajado o tal vez horrendo. Pincipalmente me acuerdo de las películas: Doctor Zhivago, El tren (cargado de cuadros de pintores famosos que no llega a salir de Francia, y los alemanes empeñados en llevárselos a Alemania), Extraños en un tren, y otras del Oeste. Y es que el tren ha estado presente muchas veces en nuestras vidas: en la inmigración dentro y fuera, al comienzo de curso, en la mili, etc. Es el tren de Machado el que también tose con tosferina, cuando va en su vagón de tercera.... Me ha traído muchos recuerdos el texto. Gracias.

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