En el vaivén de la vida, los encuentros son destellos, personas que suben al tren de nuestros días, con sonrisas y miradas que iluminan el camino.
Un instante, un susurro, y se convierten en parte de nosotros,como el aire que respiramos, como el sol que nos abraza.
Pero, ¿cuánto tiempo permanecerán?
Algunos se quedan, dejando huellas profundas, mientras otros, como hojas al viento, se van inesperados, dejando solo un eco en el alma.
Y luego, en un giro del destino, regresan, como un río que vuelve a su cauce trayendo consigo recuerdos y sueños olvidados;renovando la esperanza en un nuevo amanecer.
Así, en este viaje, aprendemos a soltar y a aferrarnos, celebrando cada encuentro, cada despedida,porque cada persona que cruza nuestro camino, es un regalo, un capítulo en nuestra historia inacabada.
MarinaDuende ©️
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