Agosto
En agosto las noches son un fuego sutil, el calor te derriba, sin brisa para seguir.
La humedad se pega, tu piel empieza a sudar, como flor que al rocío no puede ya aguantar.
El verano es breve, pero pesa sin compasión, solo quieres agua fresca y un baño en el rincón.
La calle quema fuerte, el aire no da tregua, ni el ventilador alcanza a dar una gota de calma.
Aquellas viejas casas, refugio del ayer, las tardes eran suaves, las noches al caer.
Vecinos en la puerta, risas que se entrelazan, niños sin juguetes, la imaginación que abraza.
Hoy el mundo avanza, pero el calor no cede, los cuerpos se cansan, la fatiga no pierde.
El aire está cargado, toxinas al respirar, nos enferman sin aviso, sin edad para evitar.
Ojalá volvamos a cuidar lo natural, a respetar la tierra, a vivir en su coral.
Porque en ese cuidado está nuestro bienestar, y en cada gesto simple, un mundo por salvar.
MarinaDuende ©️
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