A mi nieto
Llenas mi
espacio, eres mi alegría, un rayo de luz entre mis sombras.
Cuando te posas en mí; me llenas de dulzura y felicidad y yo…
¡te como a
besos!
Eres cómo
un sedimento dónde se concentra penas, alegrías pasadas y presentes y todas
fluyen a través de ti y se filtra un arco iris brillante y cristalino.
Tu risa me
transmite un mundo de emociones y sentimientos de la niñez con buenas
vibraciones.
Me recreo mirándote cuando duermes;
tranquilo plácido, velo tu sueño y no haces ni un mal gesto.
Me
recuerdas otros rostros casi iguales a ti, que me hicieron al igual que tú…
inmensamente feliz.
Duende
Marino
Enero_2014
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