LA ENREDADERA Y EL ROBLE
(CUENTA CONMIGO: JORGE BUCAY)
EN EL JARDIN DE UNA VIEJA CASONA ABANDONADA, BROTARON EL MISMO DÍA
LOS TALLOS DE UNA ENREDADERA Y UN ROBLE.
LA PRIMERA SE DIO CUENTA
ENSEGUIDA DE QUE SU CAMINO ERA EL CIELO Y SU DESTINO EL SOL, GRACIAS A CUAL
HABÍA NACIDO. DEBÍA CONSAGRAR TODO SU SER APRA DIRIGIRLO A LA LUZ. Y FIEL A SU
DECISIÓN, SE ARRASTRÓ CON UN POCO DE ASCO HACÍA EL MURO, EL ÚNICO MURO, QUE
QUEDABA EN PIE DE LA VIEJA CASA Y EMPEZÓ A TREPAR POR ÉL.
EL SEGUNDO TALLO, EL DEL ROBLE, SINTIÓ
QUE DEBÍA TODA SU EXISTENCIA A LA TIERRA, AL AGUA Y A LOS MINERALES QUE LO
HABÍAN NUTRIDO EN SU ÉPOCA MÁS OSCURA. SABÍA QUE NECESITABA DEL SOL, PERO NO
PODIA DIRIGIR SUS RAMAS A ÉL SI NO FABRICABA ANTES UN TRONCO FIRME SOBRE EL
CUAL DESARROLLARLAS, Y SU INSTUICIÓN LE SEÑALÓ QUE NECESITABA PRIMERO SUS
RAÍCES FIRMES.
DURANTE UN TIEMPO LOS DOS NUEVOS
HABITANTES DEL JARDIN SE OCUPARON CADA UNO A SU MODO DE SU PROPIO CRECIMIENTO.
DESDE LO ALTO, UN DÍA LA
ENREDADERA DESCUBRIÓ AL SUDOROSO ROBLE, QUE APENAS DESPUNTABA ENTRE LA HIERBA.
- ¡HOLA ENANITO! –LE DIJO
BURLÁNDOSE-, ES UNA LÁSTIMA QUE NO PUEDAS DISFRUTAR EL PAISAJE QUE SE VE DESDE
AQUÍ…
- SI –DIJO EL ROBLE-. PERO DEBO
OCUPARME DE MIS RAICES SI QUIERO TENER UN TRONCO SÓLIDO PARA CRECER CON ÉL.
PASARON LOS MESES Y DESPUÉS LOS
AÑOS. LA ENREDADERA, PODEROSA, CUBRÍA CASI TODO EL MURO Y SEGUÍA BURLANDOSE DE
VEZ EN CUANDO DE LA PEQUEÑEZ DEL GORDO ROBLE, PURA MADERA Y BURDAS RAÍCES.
UNA NOCHE, SUCEDIÓ LO QUE NADIE
ESPERABA. UNA TERRIBLE Y FURIOSA TORMENTA SE DESATÓ EN LA VIEJA CASONA.
LA ENREDADERA SE AFERRÓ CON SUS
PEQUEÑAS RAICES AL MURO PARA NO SER ARRANCADA POR EL VIENTO Y EL GRANIZO. EL
ROBLE AFIRMÓ SUS RAICES PROFUNDAMENTE METIDAS EN LA TIERRA Y LAS HOJAS BUSCARON
LA PROTECCIÓN DEL PROPIO TRONCO.
TODO SUCEDIÓ EN UN MOMENTO, UN
RELÁMPAGO ILUMINÓ LA NOCHE Y COMO EN UNA CRUEL FOTOGRAFÍA ILUMINÓ EL INSTANTE
EN EL QUE LA ÚLTIMA PARED DE LA CASA QUE QUEDABA EN PIE, SE DERRUMBABA
ESTREPITOSAMENTE Y CON ELL DEJABA EN TIERRA LOS MÁS ALTOS TALLOS DE LA ENREDADERA.
- COMO DICE KHALIL GIBRAN, “NINGUNO A LA SOMBRA DEL OTRO”
“COMO
ENSEÑA EL CUENTO,
NINGUNO
DE ESTOS DOS ÁRBOLES PODRÁ CRECER ENREDADO EN EL OTRO,
NINGUNO,
TREPANDO A UNA PARED PARA PODER LLEGAR MÁS ALTO,
NINGUNO,
PENDIENTE DE LA FUERZA DE AFUERA PARA PODER SOSTENERSE,
NINGUNO,
APOYADO EN OTRA COSA QUE NO SEAN SUS PROPIOS PIES.
EL AMOR ES CRECER JUNTOS, UNO AL LADO DEL
OTRO.
SE MIDE EN EL RENOVADO DESEO DE CRECER QUE
OBTENGO DE TU COMPAÑÍA, EN EL PLACER DE COMPARTIR LA LUZ Y EL EN GOZOSO
ENCUENTRO DE NUESTRAS RAICES Y NUESTRAS RAMAS.
PERO EL AMOR NUNCA SE MIDE POR LA DECISIÓN DE
ARRIESGARTE A QUE TE ARRASTREN EN MIS CAÍDAS.
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